FUNDADORES Y CAMINOS
Durante la colonia, el oriente antioqueño se convirtió en eje de los
caminos, especialmente Rionegro como centro económico de la región y sitio
obligado de los comerciantes y viajeros antes de llegar a la ciudad de
Medellín.
Estos cargueros y mulas hacían largos recorridos por caminos casi
intransitables desde Nare hasta Rionegro y Medellín.
Luego, con la construcción del camino de Islitas se articularon muchos sitios a la red vial. Este camino partía desde Puerto Nare seguía a Islitas, Canoas y Trapiche, allí se dividía en dos ramales: uno que pasaba por San Carlos (cerca de Granada), El Peñol, Marinilla, Rionegro y otro que iba a San Rafael, Guatapé, El Peñol, Marinilla, Rionegro y Medellín.
Todos los beneficios alcanzados por Granada como sitio de paso obligado por
la vía que comunicaba al río Magdalena con el interior de la provincia, se
vieron a menos con la construcción del camino Santo Domingo–Remolinos en el
siglo XIX y la posterior construcción del ferrocarril de Antioquia (1.876–1.926),
cuando se abandonó por completo el viejo camino a Nare y todo el comercio
empezó a salir a las diferentes estaciones férreas.
Transporte
tradicional.
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Pero según nos cuenta la historia, nuestro municipio comenzó a poblarse a
principios del siglo XIX, cuando un señor Agudelo, (probablemente Antonio), y
otros marinillos (varios de San Pedro), iniciaron a llegar a Granada.
Más de un centenar componían las colonias cuyos apellidos eran: Gómez,
Giraldo, Aristizábal, Tamayo, Herrera, Yepes, Salazar, Hoyos, Zuluaga, García,
López, Duque, Quintero, Alzate, Castaño, Ramírez, Jiménez, etc.
REFERENCIAS
Programa recuperación de la memoria cultural del municipio de Granada-Antioquia;
historia local y patrimonio etnográfico; administración municipal 1.995–1.997,
pág 40, 66 y 67.
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